Saldos a un año de gobierno del presidente López Obrador

Por Andrés Barroso Chávez, MPP’21, ex asesor político en el Senado de la República en México

El primero de diciembre de 2018 el presidente López Obrador celebró en la plaza pública más importante de México el inicio de su gobierno. Ahí enlistó los 100 puntos de su plan de gobierno con los que llevaría a cabo una transformación pacífica, ordenada, profunda y radical que acabaría con la corrupción y la impunidad que anclan el crecimiento de México. 

Un año después, el presidente López Obrador regresó al Zócalo para celebrar el primer año de su gobierno y dirigió un mensaje en el que resaltó los principales logros alcanzados por su administración: la creación de la Guardia Nacional, la cancelación de la reforma educativa, el inicio de la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía, el incremento en el salario mínimo, el ahorro público debido a la austeridad republicana y el combate frontal a la corrupción.

Sin duda el nuevo Gobierno ha realizado cambios importantes que se han derivado principalmente de tres acciones: decisiones exclusivas del ejecutivo, como la construcción del Tren Maya, la nueva Refinería de Dos Bocas o la cancelación del proyecto aeroportuario de Texcoco por la instauración de uno nuevo en Santa Lucía; la nueva forma de ejercer el gasto público, reflejado en la suspensión de programas sociales que buscaban reducir la pobreza extrema por otros que buscan entregar recursos de manera directa a los beneficiarios, y; los ajustes que se hacen desde la mayoría que tienen en el Congreso, como la creación de la Guardia Nacional, una nueva reforma laboral, la revocación de mandato, la cancelación de la reforma educativa, la nueva forma de consulta ciudadana y la nueva Ley de Remuneraciones que dio paso a la “austeridad republicana”.

Lejos del discurso del domingo pasado existen tres temas pendientes en la vida pública de México que el nuevo gobierno no puede presumir por sus saldos negativos:

  1. Seguridad

Los primeros 12 meses del gobierno del presidente López Obrador representan el arranque más violento de cualquier sexenio y el 2019 se perfila para ser el año con más homicidios en la historia de México. De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, a octubre de 2019 se cometieron 29 mil 574 homicidios. Destacan principalmente dos eventos: el operativo fallido en Culiacán donde se detuvo a Ovidio Guzmán – hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán – y fue liberado tras ataques del crimen organizado a civiles, militares y sus familias y la emboscada en la que perdieron la vida seis menores de edad y tres mujeres de la familia LeBarón. 

  • Economía y empleo

En campaña el presidente López Obrador prometió que el primer año la economía crecería al menos en un 3%, que al cierre de su gobierno llegaríamos a tasas del 6% y que el crecimiento sexenal promedio sería de 4%. Lo último está por verse; sin embargo, se augura complicado, ya que el crecimiento esperado por el Banco de México para este 2019 es de 0%. Por consiguiente, para lograr lo prometido, los siguientes cinco años deberíamos crecer a más del 4% o, si se quiere por lo menos crecer más que el gobierno anterior (2.4%), más de 3% anual. Aunado a esto, las calificadoras de riesgo tienen a México en perspectiva negativa para los siguientes 12 meses. De no cambiar el rumbo, el país podría bajar su calificación crediticia y poner en juego el grado de inversión. Esto, entre otras cosas, significa que México dejaría de ser atractivo para la inversión internacional. El estancamiento económico se refleja, además, directamente en la creación de nuevos empleos. Según el Instituto Mexicano del Seguro Social, hasta octubre de 2019 se habían creado casi 270, 000 empleos. Esta cifra está 25% por debajo del inicio del gobierno anterior y 60% por debajo del promedio de los últimos 6 años.

  • Política migratoria

Desde el primer día del nuevo gobierno, el presidente ha posicionado a la relación México – Centroamérica como prioritaria. Un reflejo de esto fue el anuncio de la inversión directa de 100 millones de dólares a los gobiernos de Guatemala, Honduras y El Salvador como medida para mitigar las causas de la migración. No obstante, la agenda migratoria de México parece estar estrictamente coordinada con los intereses del presidente estadounidense, Donald Trump. Desde junio de 2019 se encuentran desplegados más de 15 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera sur con el fin de evitar la entrada de migrantes a México, donde también ha aumentado el número de deportados. El discurso se modificó repentinamente de ser un gobierno facilitador de la entrada de migrantes centroamericanos a su persecución, detención y deportación tras las amenazas arancelarias del presidente Trump.

A un año de que el presidente López Obrador es el principal responsable de las decisiones públicas de México, es el mandatario más popular de los últimos 4 sexenios con un nivel de aprobación del 68%. Sin embargo, la economía y la seguridad son los temas que más han preocupado a la ciudadanía desde hace 13 años y son donde este gobierno más ha quedado a deber. Si este gobierno no cambia su estrategia de seguridad, en donde busca crear conciencia en los criminales a través de acusarlos con sus mamás, o busca maneras de acelerar el desarrollo y fomentar el crecimiento económico, dejando a un lado la repartición de culpas a gobiernos anteriores, no auguro una larga luna de miel para el actual mandatario ni una mejor vida para México y los mexicanos.

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